Carta de un isleño a un funcionario del Estado. Arroyo Anguilas, Delta del Paraná: Catástrofe por afán de rentabilidad
Arroyo Anguilas, 18 de octubre de 2009
Señor Intendente de Tigre, Sergio Massa:
Estoy leyendo una nota del diario Página 12, del 15 de octubre de 2009, en donde usted, Señor Intendente de Tigre dice: “Queremos que ese lugar, esa gran reserva que tenemos a 15’ de la Ciudad de Buenos Aires, esos 200 km2 de isla tengan reglas para que el hombre, en su afán por la rentabilidad, no se lleve por delante algo tan importante como las islas del Delta”.
¿Sabía usted Señor Massa que en algunas islas hicieron lagunas interiores porque necesitaban barro para relleno, pero las hicieron tan profundas que esas lagunas son saladas y están CONTAMINANDO al Río? Aquí, hoy, en las islas del arroyo Anguilas, están haciendo lo mismo porque necesitan barro. Esto se llama “afán por la rentabilidad”.
¿No se enteró que acá se están talando todos los árboles y destruyendo toda la biodiversidad de un HUMEDAL, único por sus características, y que esa destrucción es IRREPARABLE? Esto se llama “afán por la rentabilidad”.
¿No le llegaron noticias de la Justicia, en donde los vecinos del arroyo Anguilas denunciamos la CONTAMINACIÓN del agua y el desalojo violento que intentó concretar la empresa Colony Park con la destrucción de nuestras viviendas? Esto se llama “afán por la rentabilidad”.
Elevar el terreno de una isla en 3 o 4 metros, como lo está haciendo esta empresa ¿no equivale a destruirla para convertirla en una prolongación del continente? Esto se llama “afán por la rentabilidad”.
Le comento que esta empresa, Colony Park, cerró un arroyo navegable (La Paloma), que los isleños tuvimos que destapar a pala y hacha, y está cambiando el curso natural del arroyo Anguilas. Esto es un delito FEDERAL que denunciamos. Pero nada. La obra continúa. Esto se llama “afán por la rentabilidad”.
Hay más, pero no quiero seguir. Creo que usted, Señor Massa no puede parar este tipo de obras (que en muchos casos no presentan estudios de impacto ambiental) porque esto significaría, precisamente, ir en contra del “afán por la rentabilidad”. Y ese mismo afán es el que maneja a su antojo a nuestros gobernantes. Estos mienten, fingen, pero nunca establecen REGLAS que afecten al poder del dinero.
Siento asco por usted Señor Massa y por el Concejo Deliberante (espero que haya alguno bueno). Los niños de hoy, los hombres y mujeres del futuro, su propia descendencia y la de todos, claman en contra de este auténtico CATACLISMO ARTIFICIAL que esta intendencia permite, y claman también porque ustedes no han tenido el valor de decirle NO a los inversionistas y SI al ambiente, a la vida.
Hoy me despertó un zorzal. Aquí ya no hay árboles, seguramente no tiene nido ¿Por qué cantará? –me pregunté-. Me sentí avergonzado de ser un hombre y quedarme callado ante la mentira. Haga de cuenta, estimado lector que a esta carta la escribió un pájaro que ya no tiene nido, y al no poder hacer nada, canta, canta y canta.
Arroyo Anguilas, Juan Derganz, documento 11.972.355
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