PROYECTO DE DECLARACION DE
EL HONORABLE SENADO DE
DECLARA
Declara que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Provincial solicite al Poder Ejecutivo Nacional que las tierras linderas al Canal Villanueva, en las inmediaciones de Dique Luján – Villa La Ñata, Partido de Tigre, pertenecientes al Estado Nacional y administradas por
FUNDAMENTOS
HONORABLE SENADO:
La empresa EIDICO (Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común) se fundó en el año 1994 con la finalidad de construir un barrio (hoy llamado Santa María de Tigre) para un pequeño grupo de personas, en la zona denominada Nuevo Tigre, que en ese momento se encontraba poco desarrollada.
A este emprendimiento, le siguieron otros barrios que han significado un impresionante crecimiento urbanístico en la zona, pero al mismo tiempo han generado un gran impacto ambiental.
De esta forma ha quedado conformado el complejo Villa Nueva, que comprende un área de aproximadamente
Es necesario destacar que San Benito se encuentra en el extremo norte de Villa Nueva, junto a San Marco, y tiene una superficie de
Previo a estos emprendimientos, esta zona del Partido de Tigre estaba habitada por unos pocos vecinos, que respetaban y cuidaban las condiciones naturales y medioambientales. El avance inmobiliario de la empresa EIDICO ha afectado la calidad de vida de los mismos, no sólo por el gran impacto ambiental que estas construcciones han provocado en el medio, sino porque las mismas han ido rodeando a dichos vecinos, dejándolos en un estado próximo al aislamiento.
Desde hace años el acceso a estas tierras se realizaba por la calle Brasil (que separa los partidos de Tigre y Escobar), pero en estos momentos dicha calle sólo es transitable hasta el arroyo Garín, en donde se corta el paso debido a la rotura del puente que dataría de hace más de 30 años.
Tiempo atrás, la empresa comenzó con las tareas de remoción de tierras, endicamiento y relleno en el último emprendimiento, Barrio San Benito, incluyendo la construcción de una gran laguna artificial, similares a las que se han construido en anteriores emprendimientos de la empresa EIDICO en la zona.
Muchos de los barrios náuticos construidos en el delta destruyeron sitios arqueológicos de mil años de antigüedad que contenían enterratorios humanos, instrumentos realizados en diferentes tipos de rocas, alfarería, huesos y restos de la fauna que habitaba en el pasado con anterioridad a la llegada del colonizador europeo. Estos emprendimientos, no sólo obstaculizaron su debida preservación, sino que además generaron un grave impacto ambiental en la zona, ya que para construir los complejos cerrados en tierras inundables, fue necesario rellenar y elevar el terreno, desviando los canales de agua y creando lagunas artificiales.
Según miembros de organizaciones ambientalistas, los rellenos y endicamientos producen “un desvío al curso natural de las aguas que va a provocar un aumento de la erosión, dificultad de drenaje con la consecuente inundación y la desaparición del filtro natural del curso que desemboca en el Río Lujan, lo que generará un incremento en la contaminación”.
Todo esto ha llevado a que los vecinos, que habitan la zona desde hace más de 50 años, manifiesten su preocupación debido a que nadie controla el accionar de
Los cambios y las migraciones impuestas generaron lo que se conoce como proceso de etnogénesis: la aparición de nuevos grupos étnicos. En el caso del pueblo Querandí -que estaría vinculado a los cementerios indígenas-, en el siglo XVII desaparece de los documentos históricos con tal denominación. "Lo más probable es que los Querandíes hayan pasado a formar parte de los grupos que en el siglo XVIII se llamaron Pampas o Serranos y que ya en el siglo XIX empiezan a denominarse, sobre todo al norte de la región Pampeana, como Ranqueles" Otra denominación que aparece en la época es la de Tehuelches: "Hay hipótesis linguísticas de que estaban emparentados con los Querandíes".
Para el especialista lo más probable es que queden "gotas de sangre de los Querandíes en los grupos de
Semanalmente vecinos, ecologistas, pueblos originarios, historiadores, organizaciones sociales, partidos políticos, entre otros, visitan los restos del cementerio indígena de Punta Canal a
Se estima que Punta Canal tendría mil años de antigüedad, siendo ocupado por grupos étnicos que se trasladaban por la llanura pampeana y la zona del Delta, movimiento que a la llegada de los europeos realizaban los Querandíes.
Se estima que la mayor población indígena del país se concentra en el área metropolitana de Buenos Aires. Una gran parte de ellos o sus familias migraron hace décadas por motivos económicos desde distintas regiones. Aparte de luchar por mejores condiciones de vida en la gran urbe, hay quienes realizan acciones en pos de visibilizar los atropellos que se viven en las comunidades de rincones alejados de
El arqueólogo remarcó que en Buenos Aires vivieron sociedades indígenas por más de 10 mil años y que no hay un conocimiento pleno de lo que significa cuidar ese patrimonio. "El problema acá en Buenos Aires radica en que se produjo una guerra durante la constitución de la provincia, en donde se puede decir que hubo comunidades indígenas que fueron matadas y delitos de lesa humanidad", declaró Oliva. "Lo que hay que tener en cuenta es que el patrimonio arqueológico es un recurso no renovable, y que es la evidencia material de las sociedades indígenas que vivieron en el pasado, es un patrimonio que ayuda a reforzar la identidad, a rearmar, a revalorizar todo el pasado de los 10 mil años de historia", señaló.
En Baradero, dentro de la provincia de Buenos Aires un cementerio indígena del siglo XVII en peligro fue protegido por la comuna y
En este sentido, es de destacar que la carta magna bonaerense no reconoce la preexistencia étnica indígena, en contraposición a
Los arqueológos del INAPL reclaman a las empresas que financien estudios de impacto arqueológico para poder evaluar los daños y rescatar la mayor cantidad de piezas. Vecinos, ecologistas, referentes de pueblos originarios, historiadores, organizaciones sociales, partidos políticos, quieren, además, preservar los espacios, partiendo de la premisa de que quienes administran el Estado no pueden favorecer la venta de tierras de propiedad del mismo a favor de negociados inmobiliarios.
No alcanza con extraer, rescatar e investigar piezas arqueológicas, resulta indispensable que
El Estado debe tener una política clara en la preservación de los sitios arqueológicos y sagrados de los pueblos originarios, que permita el respeto y conocimiento profundo de la cultura de nuestros antepasados.
Por lo expuesto solicito a mis pares el acompañamiento con su voto positivo el siguiente proyecto.
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